domingo, 26 de febrero de 2012

El Atlántico Sur

El artículo de Luis Alberto Romero permite aproximarse en forma reflexiva al tema Malvinas. Entre 1774 y 1810 más de veinte gobernadores/comandantes designados desde Buenos Aires tuvieron a su cargo la autoridad política en las islas. Aclárese que su jurisdiccón ya entonces era la del Atlántico Sur, excedendio el perímetro inmediato. Estos delagados del Estado español se ocuparon en particular en monitorear la pesca realizada por otras naciones, lo que fue un temprano ejercicio en la conservación de los recursos naturales subantárticos. En 1815 el Almirante Brown alcanza los º65 S, y luego en 1820 Buenos Aires retoma la presencia política en las islas nombrando un nuevo comandante. Durante su posesión del cargo, James 
Jewitt ejerce jurisdicción al igual que durante el Virreynato, alcanzando el actual Sector Antártico. En una de estas ocasiones, Jewitt se encuentra con nada más y nada menos que James Waddell, a quien le señala cortésmente que se encontraba en territorio de las Provincias Unidas . Este volvería a Gran Bretaña en 1823, teniendo tiempo de sobra para difundir en los altos círculos a los que pertenecía, la presencia de las autoridades del Río de la Plata no sólo en Malvinas, sino en todo el Atlántico Sur. Así es que nada es casual en 1833, cuando Gran Bretaña expulsa a los isleños, reales merecedores de tal título, y a la autoridad delegada, forzándolos a embarcarse hacia Montevideo.

El hecho posterior de mayor importancia, relativo al tema, en mi opinión, es el establecimiento pacífico en la Antártida en 1904 durante la segunda presidencia del Grl. Roca, y a instancias del perito F. Moreno. Nuestra identidad histórica se constituye también a partir del territorio como señala Romero. Pero el territorio es una entidad integral, y nuestra historia se despliega sobre todo el Atlántico Sur.  No corramos el riesgo de que Malvinas sea el árbol que nos tape el bosque, ni que los sucesos de 1982 nos hagan olvidar la integración territorial del Atlántico Sur que efectivamente existió entre 1774 y 1833 y nuestra presencia en la Antártida desde 1904.

Por Marcelo E. Lascano