martes, 17 de febrero de 2015

Significados del Mapa Bicontinental



 A partir de la nota publicada en el diario "La Nación" sobre la representación del territorio argentino, es interesante traer a la memoria el origen y las características asociadas al Sector Antártico. 

La cartografía es una construcción semiótica, y su uso sin respaldo en los significados históricos puede dar lugar a intepretaciones simplistas (“cuál es la provincia más grande”), más dignas de un concurso de preguntas y respuestas que de la diplomacia compleja existente en torno al continente blanco. La soberanía y los intereses argentinos en la Antártida asumen diferentes facetas, una de las cuales, entre otras, es la territorial. El reclamo territorial tiene su origen en la presencia histórica, de los Rioplatenses del Virreynato primero, y de los argentinos posteriormente. El llamado Memorial Quesada, remitido a fines del siglo XIX por Ernesto Quesada al Gobierno de los EE.UU., reproducido por Ernesto Fitte en uno de sus libros, compila las actuaciones de control de caza de focas y pesca. Esta actividad fiscalizadora fue continua durante más de 50 años, y abarcó todo el Atlántico Sur, no sólo las islas Malvinas y otras subantárticas. Fue el Río de la Plata, a fines del siglo XVIII quien tomó la iniciativa de introducir medidas de conservación y manejo sostenible de los recursos naturales, que fueron adoptadas, mucho después pilares del Sistema del Tratado Antártico. La expulsión de Malvinas en 1833 se debió a estas medidas de control. 

Posteriormente, durante la presidencia del Grl. Roca, la Argentina retoma su presencia, ahora en forma permanente, con al establecimiento de la Base Orcadas. Carlos Ibarguren, entonces asistente en el Ministerio de Agricultura de la nación, fue quien gestionó la recepción de las instalaciones de la expedición de William Bruce. Este destacado autor relata en forma minuciosa el episodio, en su clásica “La historia que he vivido”. Puede agregarse que Juan Carlos Puig funda en todos estos antecedentes el planteo de su libro “La Antártida Argentina ante el derecho”. Finalmente, la determinación de sectores surge de la configuración de las soberanías en el Ártico. Australia, Chile, y Gran Bretaña, también delimitan de esta forma sus intereses en el continente blanco, lo cual puede verificarse en numerosos documentos oficiales disponibles on-line. 

Además de emitir la cartografía oficial, el Instituto Geográfico Nacional puede dar un paso más y tomar contacto con los entes correspondientes, como la Dirección Nacional del Antártico, para asesorarse respecto a los instrumentos legales que están por detrás de algunas zonas especiales de la geografía argentina. Una herramienta como el mapa bicontinental podrá enriquecer aún más la explicación de nuestro territorio si es acompañada con los contenidos y significados correspondientes.

Marcelo E. Lascano
Febrero 2015.

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